CRÓNICA por Aarón Martínez Jiménez
Estoy a hora y media de la ciudad de Puebla (60 kilómetros de distancia). Conforme avanza el autobús observo a campesinos arando la tierra con sus mulas, otros recogiendo la pastura para sus animales y unos más pastoreando a sus borregos.
Bajo del autobús y los fuertes vientos levantan remolinos de la tierra árida de San José Chiapa, municipio catalogado como de alta marginación y que de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI viven 4 mil 821 personas; de las cuales, 2 mil 325 son hombres y 2 mil 496 mujeres.
Las ráfagas de viento acompañadas con zumbidos tal vez anuncian "buenos tiempos" pero posiblemente también alertan de que la tranquilidad de este pueblo, situado al oriente de la capital del estado, se terminó.
El mariachi entona "El Son de la Negra" para "romper el hielo" ante la solemnidad del evento. Al término de la melodía alegre y muy mexicana un camarógrafo alemán le pide que desde su "ronco pecho" salga un ¡Viva Audi! ¡Viva México!.
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Llegó el día -4 de mayo de 2013- y la hora -12:30- para la colocación de la primera piedra de la nueva planta de automóviles de lujo de la firma alemana Audi.
El presidente del Consejo de Dirección de Audi AG, Rupert Stadler refiere que la factoría será la más moderna y la número 13 de la marca en la que se producirán 150 mil unidades al año.
La inversión es de 900 millones de euros; es decir poco más de mil 300 millones de dólares, equivalentes a 14 mil 500 millones de pesos. Tal cantidad es similar a una cuarta parte de lo que al año recibe el gobierno del estado como parte de su presupuesto.
Antes de concluir su discurso el alto ejecutivo revela un secreto con un español fluido. "El señor gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas ha anunciado que quiere como vehículo oficial el primer Q5 que se construya aquí" (sic).
Esto genera una cascada de aplausos y risas de cerca de mil invitados entre los que destacan empresarios, funcionarios públicos, habitantes del lugar, reporteros, fotógrafos y políticos.
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Justo en este sitio, en el llano extenso, frío y brumoso, la firma Audi habilitó un oasis con comida buffet, vino tinto y blanco, cerveza alemana, refresco, salas "lounge", sanitarios y un auditorio con pantallas gigantes para el acto protocolario.
Afuera un ejército de camionetas Q5 -cuyo modelo tiene un precio en México desde 587 mil pesos- dejan entrever lo que en 3 años será la producción de autos en San José Chiapa.
En tanto, las banderas de los cuatro aros plateados y de los países de Alemania y México ondean sin parar ante los ventarrones.
En la ceremonia es el turno del secretario de Economía federal, Ildefonso Guajardo. Su nerviosismo le hace tropezar. Nombra al gobernador de Tlaxcala Mariano González Zarur como "Mariano Alcocer".
Asegura que hoy las relaciones bilaterales entre Alemania y México están mejor que nunca y refiere la visita que Enrique Peña Nieto realizó al país germano cuando era candidato a la presidencia por el PRI.
Por su parte, el gobernador Rafael Moreno Valle sostiene que con la llegada de Audi a San José Chiapa se "escribe una nueva historia y se demuestra la transformación de Puebla".
Sonriente en todo momento por la magna inversión que generará 20 mil empleos directos e indirectos, el mandatario se comprometió a mejorar la infraestructura en esta zona de pastizales. "No les vamos a fallar", asienta.
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Durante la colocación de la primera piedra, los directivos de la marca premiun de Volkswagen y las autoridades alemanas y mexicanas colocaron una "cápsula del tiempo" debajo de la primera piedra.
De esta manera el mariachi retoma las canciones de José Alfredo Jiménez y de otros autores mexicanos, a brindar se ha dicho con cerveza Hofbräu Hefe-Weizen, vino y refresco.
En tanto, en el zócalo de San José Chiapa, los habitantes se conforman con observar en pantallas gigantes la ceremonia de la inversión que les cambiará su vida; mientras eso sucede se dan tiempo para comer unos mixiotes acompañados con porciones de arroz.
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